miércoles, 13 de marzo de 2013

    Gula, un eterno problema.
    La constituición de las cocinas es uno de los rasgos que diferencia los hombres de los animales. Un perro o un cerdo no cocinan. Digo cocinas pues cada familia, ciudad, región o tiempo histórico tienen cocinas distintas.Nosotros, humanos, somos capaces de cocinar. Aprendemos con el paso del tiempo los secretos de la cocción de los alimentos que comúnmente consumimos.
    El problema es que en nuestro tiempo las personas estan comiendo demasiado mal. Basta ver la cantidad de personas obesas que caminan por las calles. Hay una epidemia de obesidad en casi todo el mundo.
    La gula siempre fue un problema para la humanidad. Pero en nuestros dias hay una oferta exagerada de alimentos poco sanos. La industria alimenticia es conciente de la gula y de la debilidad humana. Una reacción es necesaria.
 No, no vamos a morir por la boca. Qué la alimentación sea algo vivificante.                                                                                 Una medida para tener una dieta sana es aprender a cocinar. Para ello es preciso disposición y creatividad. Es preciso ser humano pues la cocina es, también, una arte. Es una dimensión en que arte y necesidad caminan juntas. Los animales no tienen noción de lo que es el arte o la arte. Los cerdos no saben lo que es la gastronomia.
    Hacer platos rápidos y saludables es una forma de empezar.No somos animales ni tampoco hijos de Dios. Somos un misterio que tiene algun dominio sobre el fuego y algún control sobre la naturaleza.
    La cocina es una conquista de la humanidad. Es una prueba de respeto que el hombre tiene para si mismo.
     Al final somos los responsables por lo que ingerimos. Somos, en parte, lo que comemos y nadie está obligado a comer alimentos poco sanos. Tener una conciencia alimentaria desarrollada es una necesidad para una vida más plena.

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